miércoles, 27 de junio de 2012

DOCENTES DEL NUEVO MILENIO.


No hay destino digno sin cultura nacional, no hay cultura nacional sin valores, no hay valores si no hay docentes capaces de vivirlos para poder enseñarlos..." (Roberto Magni Silvano)
Nunca antes en la historia de las naciones, los hombres dedicaron tanto tiempo y esfuerzos, recursos humanos y materiales y depositaron evidentes expectativas en una misma actividad. Y si bien la educación no es todavía de acceso para todos, deberíamos ser conscientes de que la misma ha dejado de ser un bien común y ha pasado a ser un derecho de todos. Pero lamentablemente, y a pesar de la globalización que implica esta sociedad informacional en la que vivimos, se fracasa, se pierde el rumbo y se desdibuja la finalidad que cumple el docente en el proceso educativo.
Afortunadamente aún hay docentes que se quieren capacitar y que deciden salir de este letargo inmovilizador. Hay aún docentes que han encontrado el valor de la inclusión de las nuevas tecnologías de la información en un intento innovador y progresista. ¡Todavía hay utopías por cumplir!
Dentro de esta idea de proveer los incentivos adecuados, los maestros también tienen que tener incentivos poderosos para capacitarse y esforzarse. Esto requiere como condición básica que la profesión docente esté bien remunerada y sea atractiva frente a otras profesiones. Si así lo fuera, habría muchos candidatos a incorporarse a la profesión y las instituciones de formación docente podrían ser selectivas en el proceso de admisión. También permitiría que esas instituciones sean exigentes durante el proceso de formación y al momento de la graduación. Pero la mejora del plantel docente en cualquier caso requiere que haya movilidad, de tal manera de permitir que se incorporen los mejores y reemplacen a los maestros que no tienen la capacidad y la voluntad de esforzarse. Es por eso que el Estatuto del Docente debe ser eliminado. Si hay una profesión en donde no deben sobrevivir ñoquis y mediocres, esa es la docencia
 Creemos que la institución educativa debe formar parte de los procesos, promover  una actitud crítica y buscar una forma de llegar al alumno - interesarlo que no es lo mismo que divertirlo-  para que este pueda conformar su identidad por sí mismo y no dejarse influenciar.